martes, 19 de febrero de 2013

LA ILUSTRACIÓN

LA ILUSTRACIÓN La Ilustración es un movimiento complejo sustentado por las clases altas y los gobiernos absolutistas de la segunda mitad del XVIII basado en la creencia supersticiosa de que la educación en el saber racionalista, separado de lo sobrenatural, lleva a la virtud y a la felicidad y por eso hay que imponerlo al pueblo desde el poder de la monarquía absoluta. Afecta a todos los aspectos de la vida. En política es el despotismo ilustrado, que es la culminación de la monarquía absoluta cuando los ilustrados son dueños del poder del Antiguo Régimen en la segunda mitad del XVIII. Su objetivo dicen que es "hacer a los individuos virtuosos y a los pueblos felices", arrancándoles de sus tradiciones populares a las que los ilustrados llaman supersticiones, especialmente a la religión católica. Todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Como racionalista que es, la Ilustración, es un intento de revolución con orden, mediante la educación y multitud de proyectos económicos, manteniendo las riendas del poder. Pero les estalla la revolución liberal, que procede de la Ilustración por vía de ruptura. Las ideas de los ilustrados, los autodenominados filósofos, causaron la crisis de la monarquía en cuyo nombre actuaban. La crítica de Cevallos a la Ilustración la mostraba como crimen de Estado, además de falsa filosofía. Pretenden que el pueblo crea que será llevado a su perfección y a la felicidad al margen de la religión y gracias a la educación y a los proyectos económicos de los ilustrados bajo el poder absoluto de la corona que ellos ejercen. Las Sociedades Económicas de Amigos del País fueron los núcleos de las oligarquías ilustradas de las ciudades españolas. Los proyectos de los ilustrados los realizarán los liberales, la nueva generación formada en las ideas inculcadas por los ilustrados, pero que descubren que pueden ejercer un poder aún más absoluto en nombre del Pueblo, que en nombre del rey. Se beneficia la alta sociedad oligárquica en ambas situaciones. Ampliación La Ilustración se basa en la creencia de que la ciencia y la educación al margen de la Iglesia llevará al hombre a su perfección moral. Es el intento, imperante en las clases altas y en los gobiernos absolutistas de la segunda mitad del XVIII, de cimentar todos los aspectos de la vida social en un naturalismo racionalista. Naturalismo es descartar, en la práctica, a Dios y a su Iglesia, descartar lo sobrenatural. Racionalismo es, en la práctica, la creencia de que la razón humana es lo máximo existente; no es racional, es una creencia irracional, porque no se puede demostrar racionalmente, por consiguiente es una creencia supersticiosa, porque superstición es atribuir poderes a lo que no los tiene. Descartar la sobrenaturalidad de la Iglesia es, en la práctica, convertir al hombre en el ser supremo pretendidamente, porque en realidad es dejarle huérfano o declararle hijo de padre desconocido. La Ilustración, llamada Iluminismo en otros países, hace que se llame al siglo XVIII el Siglo de las Luces, que son las luces de la razón huérfana. Y también se denomina Enciclopedismo, por el proyecto desarrollado por los ilustrados franceses, que se hacían llamar "los Filósofos", de recopilar en La Enciclopedia todo el saber existente teñido de racionalismo, según la creencia supersticiosa de que el saber racionalista separado de lo sobrenatural, llevaría a la virtud y a la perfección al pueblo (aun en contra de su voluntad). Esa creencia supersticiosa en la razón desemboca durante la Revolución Francesa en la entronización en la catedral de París del culto a la diosa Razón personificada en una mujer descarriada. La Ilustración es en religión el deísmo, que admite que Dios existe y que ha creado el universo y al hombre, puesto que está demostrado filosóficamente, es decir, con la sola luz de la razón, lo que expresaba Voltaire, el ilustrado más radical, diciendo que "no hay reloj sin relojero"; pero el deísmo tiene la creencia de que Dios ya no se relaciona más con el hombre y que la sociedad humana no debe estructurarse en coherencia con ese hecho de la existencia de Dios. En las artes, la Ilustración es el neoclasicismo, tras el rococó. Su filosofía es el viejo racionalismo del XVII devaluado, vulgarizado al ser divulgado para ponerlo al alcance de las tertulias de los salones de la alta sociedad. El regalismo, incluido en el absolutismo de los ilustrados, es la política de control del gobierno del rey sobre la Iglesia, imponiéndole las regalías o supuestos derechos absolutos del rey a mandar en la Iglesia como en todos los demás asuntos y personas de sus dominios. Nace de las ideas cesaristas de la Baja Edad Media que cristalizan en las monarquías autoritarias del Renacimiento y desembocan en las monarquías absolutas, y, sobre todo, en el despotismo ilustrado del XVIII y, después de la revolución liberal, en la prepotencia del Estado contemporáneo, que se basa en la doctrina del Pueblo Soberano, aún más absoluto supuestamente también. Reforma impuesta en la vestimenta popular, recortando coercitivamente las capas y sombreros. Esta nueva imposición dispara el malestar, ya exacerbado por el encarecimiento del pan debido a la supresión de la tasa del trigo, y estalla en el Motín de Esquilache (1766). Al año siguiente el gobierno absolutista hace firmar al rey Carlos III el decreto de expulsión de España de los jesuitas (1767) La educación es para los ilustrados la clave para llevar al pueblo a ser feliz bajo su poder absoluto. Además de controlar la enseñanza universitaria y sacerdotal, crearon entidades culturales y científicas, con una mentalidad redentora, en la creencia de que la cultura y sus aplicaciones económicas llevan a la virtud. La misma creencia les lleva a multiplicar las Sociedades Económicas de Amigos del País. Sociológicamente la Ilustración es sostenida por la mayor parte de la alta sociedad (gran parte de la aristocracia con la realeza al frente, la mayor parte de los intelectuales y de la burguesía, donde la hay, e incluso parte del alto clero). El pueblo, por su parte, no sólo sigue apegado a la vida tradicional, sino que la sigue haciendo avanzar, como se ve desde los niveles más superficiales del desarrollo del folclore, hasta los más profundos del desarrollo de la moderna devoción al Sagrado Corazón de Jesús, que expresa y cimenta aquella síntesis de la religión y de la vida que es el núcleo de la tradición. La Ilustración es un intento de hacer una revolución con orden, una revolución desde arriba. El sistema político de la Ilustración es el despotismo ilustrado, que es la culminación de la monarquía absoluta cuando los ilustrados son dueños del Antiguo Régimen en la segunda mitad del XVIII. Su objetivo dicen que es "hacer a los individuos virtuosos y a los pueblos felices", arrancándoles de sus tradiciones populares a las que los ilustrados llaman supersticiones, especialmente a la religión católica. Todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Como racionalista que es, la Ilustración, es un intento de revolución con orden, mediante la educación y una multitud de proyectos económicos, manteniendo las riendas del poder. Pero les estalla la revolución liberal, que procede de la Ilustración por vía de ruptura. Las ideas de los ilustrados, los autodenominados filósofos, causaron la crisis de la monarquía en cuyo nombre actuaban. Pretenden que el pueblo crea que será llevado a su perfección y a la felicidad al margen de la religión y gracias a la educación y a los proyectos de los ilustrados bajo el poder absoluto de la corona que ellos ejercen. Los proyectos de los ilustrados los realizarán los liberales, la nueva generación formada en las ideas inculcadas por los ilustrados, pero que descubren que pueden ejercer un poder aún más absoluto en nombre del Pueblo, que en nombre del rey. Se beneficia la alta sociedad en ambas situaciones.

sábado, 16 de febrero de 2013

La revolución Francesa

Este es un artículo resumido sobre la Revolución Francesa, hecho que dio como resultado el triunfo del pueblo pobre sobre los privilegios de la nobleza feudal y del estado absolutista. La Revolución Francesa fue un proceso que se inició el 14 de julio de 1789, y que por una serie de razones se destaca de las demás revoluciones de esta época. Francia era el país más poblado de Europa Occidental, el más próspero del continente y también el que gozaba de mayor prestigio intelectual como centro de iniciativa de la revolución ideológica del Siglo XVIII. Este día contrarios a la monarquía que gobernaba, se apoderaron de la Bastilla, cárcel del Estado y símbolo del poder absoluto del rey, en busca de armas y municiones. Esta revolución no fue sólo importante para Francia, sino que sirvió de ejemplo para otros países, en donde se desataron conflictos sociales similares, en contra de un régimen opositor, como era la monarquía. Significó el triunfo de un pueblo pobre, oprimido y cansado de las injusticias, sobre los privilegios de la nobleza feudal y del estado absolutista. Causas de la Revolución Francesa Durante el reinado de Luis XIV (1643-1715), Francia se hallaba bajo el dominio de una monarquía absolutista, el poder de rey y de la nobleza era la base de este régimen, pero en realidad el estado se encontraba en una situación económica bastante precaria. La situación se agravó por el mal gobierno de Luis XV (bisnieto de Luis XIV), y que tocó fondo durante el reinado de Luis XVI, gobernante bien intencionado, pero de carácter débil, por lo que se lo llamaba el buen Luis. El mantenimiento de un estado absolutista demandaba mucho dinero, ya que: Existía un gran número de funcionarios en el gobierno y cada uno buscaba su propio beneficio Se tenía que mantener un gran ejército permanente. La corte vivía rodeada de lujos. Algunos ministros de Hacienda trataron de encontrar una solución a esta crisis, pero sus medidas sólo complicaron más la situación. Aparece un nuevo problema: El envío de tropas a América de Norte, para defender su posiciones territoriales, ante el avance del gobierno inglés, en la guerra de los Estados Unidos. Consecuentemente la monarquía se endeudó mucho más. Soluciones Propuestas: Se recurrió al tradicional intento de aumentar los impuestos. Se trató de conseguir que la nobleza también aporte su correspondiente diezmo, medida que provocó la ira y oposición de esta última clase social, que estaba dispuesta a defender sus privilegios feudales, hasta el punto de enfrentar la monarquía. Para que no se empeorara su situación económica la nobleza trató de acaparar más cargos en la burocracia estatal, y además, aumentó la explotación de los campesinos que trabajaban en sus tierras, exigiéndoles mayores contribuciones. En resumen: La economía del país estaba arruinada. Los nobles consecuentemente sufrían dramas financieros. El clero no recibía el diezmo por parte del pueblo. La burguesía quería acceder a cargos públicos. Los campesinos estaban cansados del poder feudal. Consecuencias de la Revolución Francesa Se destruyó el sistema feudal Se dio un fuerte golpe a la monarquía absoluta Surgió la creación de una República de corte liberal Se difundió la declaración de los Derechos del hombre y los Ciudadanos La separación de la Iglesia y del Estado en 1794 fue un antecedente para separar la religión de la política en otras partes del mundo La burguesía amplió cada vez más su influencia en Europa Se difundieron ideas democráticas Los derechos de los señores feudales fueron anulados Comenzaron a surgir ideas de independencia en las colonias iberoamericanas Se fomentaron los movimientos nacionalistas